Porque finalmente también somos lo que no nos perdonamos.
mayo 18, 2020
Con la esperanza de silenciar la cruel palabra dada y con la esperanza también de entregar el corazón que nos llevamos sin haber vaciado. La carga entre los hombros se ha inventado un rito encarnizado. Profundas pisadas. Y Dios no aparece por ningún lado. Verde y viva la memoria del
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