Intenté llenar ese vacío de tu vida sin sentido y sin fervor.
De tu ser gris.
De tu rabia.
De tu desamor.
Trate de rescatar el instante bueno que aparece y de inmediato has de destruir.
En que momento decidiste ser tan infeliz? Porque no puedes amar?
Y ahí, en tu negrura, un mañana de colores me puse a dibujar.
Tu tan ciego. Las maravillas que a mis ojos embriagaban y que no te pude compartir.
Quise mitigar la furia de las culpas por lo que perdiste y la verguenza por las batallas que escogiste no luchar.
Los amores que no pudiste amar.
Al camino perdido, no podras volver, el tiempo implacable y la borrasca lo ha cubierto para bien.
Del tiro de gracia, tengo la bala en mi corazón tal y cuál un noble perdedor.
Besos malévolos de piedad y desamor.
Lo tienes todo y nada. Te deshiciste de lo único que importaba.