
El día de hoy, mi mamá y yo asistimos a nuestra primera boda Zoom, bueno asistimos, ya saben, desde casa.
Esta nueva tendencia tiene sus ventajas:
Con una hermosa blusa de encaje, seda, perlas, un buen chongo pachoncito y lápiz de labios rojo, nadie notará el pants y los tennis que llevas debajo. (Te ahorras la mitad del vestuario)
Si se te llegan a pasar las copas, no harás ningún ridículo, simplemente caes como bulto de papas en tu propio sofá y en la comodidad de tu hogar.
No puedes perder ni las llaves de casa ni la cartera. Están en tu buró.
No despiertas en casa de un(a) extraño(a) y sin cepillo de dientes. A lo mucho abres el ojo y está tu perro, gato o tu peluche preferido.
Lo único que verdaderamente tengo la obligación moral y cívica de recomendar es, que por favor no dejen a las abuelas, tías-abuelas, madrinas, madres, suegras, es decir (mayores de setenta años) sin supervisión.

Eva.
Lo que debía haber sido una ceremonia formal, se convirtió en un circo de emociones, sorpresas, angustias y desesperación.
El día de hoy pasamos varios minutos (que nos parecieron una eternidad) de vergüenza ajena escuchando a una tal Eva, (una internauta invitada a la boda, ignorante de la tecnología Zoom) que nunca entendió, que debía silenciar su micrófono y encender su bocina, por consiguiente, tampoco escuchó las constantes peticiones, al principio amables y luego órdenes firmes de apagarlo.
Tampoco la administradora sabia como silenciarla.
El ring de un teléfono, nos distrajo y segundos después estábamos inmersos en una tensión que nos mantuvo con la boca abierta y sin respirar.
Eva hablaba con otra amiga por su línea de casa, ante mis oídos incrédulos, y los de otras noventa personas conectadas. De repente se escucha;
– Eva; Amiga! Estoy en una boda por internet. ¡Deberías verlo, el novio, parece el papá de la novia! Por lo menos ha de tener unos 40 años! Qué horror! La hija de mi amiga tan bonita, ¡quién sabe que le vio!
… Minutos de asombro, vergüenza y el chat se desbordaba en comentarios;
– Quién es esa loca! ¡Alguien que la desconecte!
– Yo por eso no me caso, pagas un dineral para que se la pasen criticando!
– Que le pasa a esa mujer!
– Y no escucha que apague su micrófono!
Y la tal Eva seguía por el otro teléfono con su amiga;
– No sé que pasa que la boda no empieza, es un desorden.
– Se aparecen caras y no se escucha qué dicen.
– A mi me habían dicho que él era negrito y que la familia no estaba de acuerdo. Más bien es hindú.
Mientras…
– Señora Eva, apague su micrófono!, estamos escuchando todo lo que dice!!!! Decía la novia desesperada y furiosa.
– El chat en su apogeo.
La tal Eva despepitó y publicó chismes hasta que finalmente la pudieron desconectar.
Es posible que, hasta este momento, no sepa lo que hizo.

La mujer con el panti estrangulador.
Me imagino que los detalles técnicos de la transmisión fueron muy simples y se usó algún teléfono celular sobre una silla o algo así, ya que durante la boda, una mujer con vestido rojo trataba de esconderse para jalar el resorte de su panti que la estrangulaba llevandose un cachote del vestido con él y entre dos bolas gigantes.
La mujer de rojo se colocaba, sin percatarse, justo enfrente de la cámara! (Lo hizo por lo menos tres veces!) Y lo peor es que todo está grabado.

El pi…. perrito jodón.
En el momento más sagrado de la ceremonia. (Me imagino, por la seriedad de los novios) comienza un canto, sí, muy distorsionado, agudo, gemido y extraño, ejecutado por la mujer que llevaba a cabo la boda.
Un perrito a disgusto y sin prudencia, comienza a ladrar en protesta y decide no parar.
Entiendo que el canto no era muy disfrutable, pero el perrito ladraba y evadía a dos hombres que intentaban capturarlo. La ceremonia siguió en medio del desacuerdo del canino fifí y la persecución.
No faltó también la niñita haciéndose la chistosa corriendo y atravesando a la cámara. Bueno el celular.
En conclusión.
1.-Tenemos mucho que aprender de la “Nueva realidad”
2.- Deberían requerir una licencia de uso de celulares y certificado de Zoom a los viejitos antes de que puedan obtener uno!.
2 responde a “Boda Zoom. En tiempos del covid.”
No se que sentir de esta nueva vida.
Me alegra poder ver a todos unido de la forma que sea…pero me es difícil pensar en no tener contacto con nadie .
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Así lo siento yo también Ale. Todo pasa paciencia. 💕
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