Cuando era una niña durante la época de las alpargatas y falditas de olanes, la palabra felicidad no tenía un verdadero significado, demasiado abstracta para una niña.
En ésa época, Gansito Marinela, Topo Gigo, el Chapulín Colorado y visitar a mi vecina Laurita eran términos claros que podía comprender. La palabra felicidad, aparecía irremediablemente al final de los cuentos de princesas, y desde entonces tenía la impresión de que algo faltaba.
Así fué, pasando el tiempo la palabra felicidad cambió de significado, parecía más bien un lugar a dónde todos queremos llegar. Parecía algo como esto:
1. Siempre estaba en el futuro. No conocía a nadie que se considerará haber llegado a ese momento.
2. Era una meta, no todos la alcanzan. A pesar de ser anhelada obsesivamente.
3. Parecía tener la forma de la cima de una gran montaña.
Con el tiempo comenzó a comercializarse, es decir, se escribían libros sobre el tema, se daban talleres, retiros, terapias, couching, etc. para enseñarnos a ser felices.
Ya a los cuarenta, en la plenitud de mi vida, el tema que en realidad nunca me preocupó y nunca me atrajo como para profundizar, la pregunta de Regina, mi hija, me hizo por primera vez expresar lo que en mi experiencia y directo desde el fondo de mi corazón salió. Fueron unas palabras simples que siguen siendo válidas hasta hoy.

Regina.
La felicidad no es un estado permanente ni un lugar a dónde llegar, son pequeños instantes como estrellas fugaces, cómo pompas de jabón; frágiles, hermosos, magia pura,lo iluminan todo y nos hacen pensar que el camino, ha valido la pena tan solo por ese momento. Los llamo; ” los momentos perfectos”
La vida está llena de ellos y hay tres reglas primordiales sobre que hacer:
1. Estate Atenta mi niña linda, para que sepas reconocer cuando está pasando uno frente a ti.
2. Atrápalo! No lo dejes escapar.
3. Mantenlo con fuerza! El mayor tiempo posible y vívelo con todas su intensidad.
Cuando se vaya, no te entristezcas, hay muchos más en el camino.
“Entre más atrapes y más fuerte los abraces, más feliz serás“
AG.
2 responde a “Pedacitos de felicidad para Regina.”
La felicidad no es un estado permanente ni un lugar a dónde llegar, son pequeños instantes como estrellas fugaces, cómo pompas de jabón; frágiles, hermosos, magia pura,lo iluminan todo y nos hacen pensar que el camino, ha valido la pena tan solo por ese momento. Los llamo; ” los momentos perfectos”
Y es que no hay nada como la experiencia para llegaraentennderlo todo en su justa medida. Tu hija tiene una madre maravillosa.
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Muchas gracias Tin. Que palabras tan alentadoras ser padres en estos tiempos no es fácil pero son ellos quienes nos inspiran y motivan más que nada.
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