La carga entre los hombros se ha inventado un rito encarnizado.
Profundas pisadas.
Y Dios no aparece por ningún lado.
Verde y viva la memoria del destinatario que quedo esperando.
Ese corazón que pesa y que llevo ya putrefacto.
lentos los pasos.
El juez que es el andante mismo, con el corazón impío, la carga con sus ritos y ese Dios que no aparece.
Y en el camino seremos, por las palabras no silenciadas, y los corazones que no entregamos, finalmente…. lo que no nos perdonamos.
AG
Y luego ??
Continua escribiendo…
Te lo voy agradecer.
Saludos
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Con gusto Enrique. gracias por tu tiempo.
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“Y Dios no aparece por ningún lado.”
Me encanta. Nada menos que hermoso. Saludos Adriana. 🌷
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Muchas gracias Francisco
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Hermoso 😍
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Gracias 💕
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